Pedro
el Viejo, por su parte, casado con Aldonza Vázquez, presentó lo antes que pudo
una denuncia ante la justicia de Trujillo para responder a las diligentes
acciones de su contrincante el regidor de Talavera , en defensa de
sus legítimos derechos a la sucesión del mayorazgo. Pese a lo que hubiera
dispuesto su hermano Diego el Bueno, muerto el hijo de éste sin sucesión, sobre
él recaían los derechos al mayorazgo de Orellana de la Sierra , conforme a lo que
había establecido su fundador en 1412, y por lo tanto, desde ningún punto de vista, iba él a renunciar a su legítimo
derecho. Dio comienzo así el pleito de
primera instancia en Trujillo, exponiendo ambas partes sus alegaciones y
escrituras en manos de fray Juan de
Trujillo y Francisco de Carvajal que en adelante actuarían como jueces.
Torres del Alcázar de los Bejarano. Trujillo |
Tuvo
lugar al comienzo del proceso un incidente que, finalmente, no causó otro
efecto que el de mostrar los métodos
a los que estaba dispuesto a recurrir un hijo de Pedro el Viejo para inclinar a favor
de su padre la balanza de la justicia, amenazando de muerte al procurador
de Francisco de Meneses si no
abandonaba la causa: "y estando el
procurador de Francisco de Meneses faciendo su provanza en Truxillo, un fijo
del dicho Pedro de
Orellana con gente armada lo amenazo de lo matar si alli mas
estava y con temor fue impedido facer la provanza ...". Por los antecedentes que conocemos, es de
suponer que el hijo en cuestión fuera Fernando de Orellana ,
personaje del que más adelante hablaremos.
Las
alegaciones formuladas a favor de Francisco de Meneses recibieron importantes
apoyos, especialmente por parte de su
hermano Juan de Meneses, obispo de Zamora. Pero su contrincante ya había
actuado apropiándose de la casa fuerte de Orellana de la Sierra, porque, tal
vez por influencia del prelado de Zamora, los Reyes Católicos emitieran el 11 de noviembre de 1476 una cédula en la que ordenaban a Pedro de Orellana el Viejo
que restituyera al procurador de Talavera las posesiones de la casa de los
Orellana de las que se había apropiado y en la que se ponían de manifiesto los
argumentos que ya utilizaron los procuradores de Francisco de Meneses, atacando
el punto más débil del testamento de García de Orellana: la sorprendente desobediencia
de García a su padre al designar a su
tío Pedro como sucesor.
“A
vos, Pedro de Orellana ,
nuestro vasallo, vecino de la cibdad de Trugillo, salud y gracia. Sepades que
Francisco de Meneses, nuestro regidor en la villa de Talavera nos fizo
relacion que Diego de
Orellana , vecino que fue de la dicha cibdad de Trugillo,
defunto, su tio, heredero de su padre, al tiempo que fallescio dejó por su
legitimo heredero a su hijo Garcia de Orellana y en su testamento dejó al dicho
Francisco de Meneses por su heredero sostetuto al dicho Garcia de Orellana ,
su fijo, para despues de sus dias, en cierta forma y quel dicho Garcia de Orellana
teniendo en su vida el dicho testamento por bueno, fue contra su voluntad y
dejó por su heredero al dicho Pedro de Orellana , su tio…” ( Cédula de los Reyes Católicos, don Fernando V y doña
Isabel I por la que ordenan a
Pedro de Orellana que restituya a Francisco de Meneses (El
Santo), Regidor de Talavera ,
la posesión de la casa de Orellana que le quitó. Toro, 11 de
noviembre de 1476).
Restos de la casa fuerte de los Bejarano. Orellana de la Sierra |
No
está claro que hubiera sido Francisco de Meneses nombrado heredero subsidiario
explícitamente por el testador, en el caso de morir García de Orellana sin descendencia, lo cual hubiera sido en cierta manera lógico,
dada la intención del titular por excluir la candidatura de su hermano, pero lo cierto es que no aparece en su
testamento ninguna alusión a ese particular. Lo que sí aparece en dicho
documento, visado por el escribano de Trujillo Manuel García, es que cuando estuvo firmado dicho documento
por todos los agentes y testigos, -fue uno de ellos el comendador Gracian de
Sese, alcaide y corregidor de la ciudad
de Trujillo-, se presentó ante ellos Diego Cornejo, vecino de Talavera, en nombre de Francisco de Meneses,
solicitando una copia del mismo, lo que le fue concedido y llevado a cabo ese
mismo día por el citado escribano.
Percibiendo
el apoyo real y el de la justicia, Francisco de Meneses "tomó y aprehendio
la posesion de los bienes y herencia del dicho Diego de Orellana por
mandamiento de las justicias de la dicha cibdad", dejando en Orellana como
alcaide de la Fortaleza a su primo Luis
de Carvajal, misión en la que permaneció hasta que por medio de engaños Pedro de Orellana
logró arrebatársela. Acudió nuevamente el
procurador de Talavera
a los jueces para reclamar que le fuera devuelto su dominio, obteniendo de
nuevo la devolución de las posesiones usurpadas, siendo advertido el díscolo
personaje de que sería declarado en rebeldía si no efectuaba la devolución antes de 20 días...
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