Confiscación de la Fortaleza de Orellana de la Sierra
Continuó el pleito de todas formas, provocando
las pretensiones de ambos ciertos alborotos entre los familiares y partidarios
de uno y otro bando, llegando en consecuencia el pleito hasta el Consejo Real,
cuyos miembros les apremiaron para que
“dixiesen y alegaren, mostrasen y provasen, todo lo que decir y alegar y provar
quisiesen, asi cerca de la posesion como en la propiedat de las dichas casas y solar y fortaleza y lugar y
los otros dichos bienes y heredamientos sobre que es el dicho pleito”,
suprimiendo el pago de costas y daños
para acelerar en lo posible el proceso.
Casa Fuerte de los Bejarano. Orellana de la Sierra |
Conocidos los hechos por la reina Católica, decidió
confiscar ésta temporalmente la Fortaleza de Orellana y los bienes del
mayorazgo, hasta que la situación pudiera ser resuelta por la justicia. Entrado
el verano de 1477 la reina
encomendó la custodia de la Casa Fuerte a Alfonso de Herrera, hijo del doctor Garci López de Carvajal,
mientras se resolvía en el Consejo Real
el litigio entre ambos contendientes: “y porque mi merced y voluntad es que
vos, el dicho Alfonso de Herrera, seais la persona en quien la dicha fortaleza de Orellana …esté secrestada
y de manifiesto mandé dar esta mi carta en la dicha razon y por la qual, vos
mando que luego tomedes y rescivades la dicha fortaleza por ante escrivano
publico. Y asi tomada y rescevida, seades mi secrestador della y la tengades en
secrestacion y no acudades con ella a los dichos Pedro de Orellana y
Francisco de Meneses, ni a otra persona alguna, fasta tanto que por los del mi
Consejo sea visto y determinado a quien dellos pertenesce y debe aver la dicha
fortaleza de Orellana”, ordenando al mismo tiempo a Pedro de Orellana que se la
entregara en el plazo de diez
días y que ninguno de los dos “entren, ni tomen ni ocupen la dicha fortaleza
durante la dicha sequestracion fasta quel dicho pleito sea determinado por los
del mi Consejo…”, porque perderían de inmediato los derechos por los que
pleiteaban.
Dehesa de Cogolludo |
Los demás bienes del patrimonio quedaron a
cargo de Vasco Domínguez y Alfon Pizarro, con un sueldo diario de 300
maravedíes que debían abonarse con los productos y rentas del mencionado patrimonio, que seguía
formado por la casa solariega de
Trujillo –el Alcázar de los Bejarano-, situada junto a la llamada Puerta del Triunfo, la Fortaleza de Orellana de la Sierra , con el ejido,
dehesa boyal, huerta y olivar; las heredades de Magasca, Montejo, Serrezuela,
Villalba, Pizarroso y el Pizarralejo, que dicen del maiorazgo y una parte de Cogolludo
equivalente al 5%, propiedades a las que ahora se añadía la heredad de Carrascosa, sin que dispongamos
de información
adicional alguna sobre las circunstancias de su incorporación a los bienes
vinculados del mayorazgo.
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