La Isla

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miércoles, 14 de septiembre de 2016

La lucha por el la sucesión en el mayorazgo de Orellana de la Sierra [y3]

Confiscación de la Fortaleza de Orellana de la Sierra

Continuó el pleito de todas formas, provocando las pretensiones de ambos ciertos alborotos entre los familiares y partidarios de uno y otro bando, llegando en consecuencia el pleito hasta el Consejo Real, cuyos miembros  les apremiaron para que “dixiesen y alegaren, mostrasen y provasen, todo lo que decir y alegar y provar quisiesen, asi cerca de la posesion como en la propiedat de las dichas casas y solar y fortaleza y lugar y los otros dichos bienes y heredamientos sobre que es el dicho pleito”, suprimiendo el pago  de costas y daños para acelerar en lo posible el proceso. 

Casa Fuerte de los Bejarano. Orellana de la Sierra

Conocidos los hechos por la reina Católica, decidió confiscar ésta temporalmente la Fortaleza de Orellana y los bienes del mayorazgo, hasta que la situación pudiera ser resuelta por la justicia. Entrado el verano de 1477 la reina encomendó la custodia de la Casa Fuerte a Alfonso de Herrera,  hijo del doctor Garci López de Carvajal, mientras  se resolvía en el Consejo Real el litigio entre ambos contendientes: “y porque mi merced y voluntad es que vos, el dicho Alfonso de Herrera, seais la persona en quien la dicha fortaleza de Orellana …esté secrestada y de manifiesto mandé dar esta mi carta en la dicha razon y por la qual, vos mando que luego tomedes y rescivades la dicha fortaleza por ante escrivano publico. Y asi tomada y rescevida, seades mi secrestador della y la tengades en secrestacion y no acudades con ella a los dichos Pedro de Orellana y Francisco de Meneses, ni a otra persona alguna, fasta tanto que por los del mi Consejo sea visto y determinado a quien dellos pertenesce y debe aver la dicha fortaleza de Orellana”, ordenando al mismo tiempo a Pedro de Orellana que se la entregara en el plazo de diez días y que ninguno de los dos “entren, ni tomen ni ocupen la dicha fortaleza durante la dicha sequestracion fasta quel dicho pleito sea determinado por los del mi Consejo…”, porque perderían de inmediato los derechos por los que pleiteaban.


Dehesa de Cogolludo
Los demás bienes del patrimonio quedaron a cargo de Vasco Domínguez y Alfon Pizarro, con un sueldo diario de 300 maravedíes que debían abonarse con los productos y  rentas del mencionado patrimonio, que seguía formado por  la casa solariega de Trujillo –el Alcázar de los Bejarano-, situada junto a  la llamada Puerta del Triunfo,  la Fortaleza de Orellana de la Sierra, con el ejido, dehesa boyal, huerta y olivar; las heredades de Magasca, Montejo, Serrezuela, Villalba, Pizarroso y el Pizarralejo, que dicen del maiorazgo y una parte de Cogolludo equivalente al 5%, propiedades a las que ahora se añadía  la heredad de Carrascosa, sin que dispongamos de información adicional alguna sobre las circunstancias de su incorporación a los bienes vinculados del mayorazgo.

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